Dicen que en teatro es más fácil hacer llorar que hacer reir. Comparto 100% este punto. Tocar fibras del corazón contando una historia triste resulta sencillo, contrario a engañar al cerebro con algo que para uno puede ser chistoso pero para otro sea tonto etc. En ese ámbito encontramos a la gente que oye un chiste bueno, y espera que el que lo contó, lo haga cada vez que lo ve, en el momento que sea .... y ya no salió igual.. Creo que el contarlo igual de nuevo no es el único problema, también es importante "el momento". Justo cuando el chiste cabía perfectamente en la conversación y que hizo que hasta la tía amargada soltara una carcajada... sus 20 minutos de fama... ("SOY SUPER CHISTOSO"!! dijiste)Y la siguiente fiesta, sobre la nada "Carlitos.. contate aquel chiste bueno para que Juan lo oiga.." y vos decís "esteee, no creo que salga igual... no es el momento"... y ahí vas a contarlo... y terminás... y.... (grillos... cri..cri..cri)... seguido del famoso comentario "hmm, cuando lo contaste aquella vez me hizo uuuna gracia.." Por eso es que a veces hay que aprender a decir NO... Yo he aprendido diciendo algo distinto como "noo, hoy no vino el chistoso.. lo dejé en el carro", o "si verdad... era bueno... jejeje.." Y se evita uno perder la buena "fama" solo por un mal momento.. como le pasó a Michael Richards
P.S. Si no sabe quien es Michael Richards.. vea esto... su mal momento: http://www.youtube.com/watch?v=-PPQpgXboHg
2 comentarios:
Definitivamente siempre hay que saber cuándo decir que no, cuando actuar y cuando mejor estar calladitos. Saludines.
No siempre ese chiste que tanto nos hizo reir, volverá a hacerlo.
Todo depende del ánimo del que lo cuenta,y tambien del ánimo del público.
Saludos
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